Los hábitos de vida actuales están influyendo negativamente en nuestra salud. Así, la dieta, el sedentarismo y estrés están haciendo estragos, ya que cada vez son más los afectados por las enfermedades cardiovasculares, y se espera que esta cifra siga aumentando.

La insuficiencia venosa es la causa más frecuente del bloqueo de la circulación sanguínea en las extremidades inferiores, aunque también es la responsable de patologías como la insuficiencia linfática, cardíaca y renal, todas ellas enfermedades graves. Para evitar este problema de retorno sanguíneo basta con seguir una vida mínimamente activa y tomar las precauciones debidas.

¿Cómo se manifiesta esta patología?

La sintomatología de los problemas del retorno consiste en edemas, hinchazón, calambres, dolor, sequedad de la piel de la zona afectada y un aumento de temperatura.

¿Cuáles son sus causas?

Son varios los factores que pueden desencadenar problemas de retorno. Entre ellos se destaca el sedentarismo, la obesidad, el embarazo y el factor genético. Por eso es un problema de mayor incidencia entre las mujeres.

¿Cómo influye el factor hereditario?

Indudablemente, la carga hereditaria es muy importante en este trastorno. La mayoría de los pacientes con várices tienen en su historia familiar algún pariente con el mismo problema.

Por otro lado, este factor es más manifiesto en los varones, ya que las mujeres son más susceptibles de padecer este trastorno como consecuencia de los embarazos.

¿Cómo podemos evitarla?

Lo mejor es la prevención. Por eso recomiendo a aquellas personas potenciales de sufrir este problema que realicen ejercicio con asiduidad, lleven una dieta sana y equilibrada, utilicen medias elásticas especiales para estos trastornos y duerman con las piernas en alto, pero no poniendo un cojín debajo del colchón, sino elevando físicamente la cama unos 20 cm.

En cuanto a las mujeres que están embarazadas, es mejor que duerman sobre el lado izquierdo para descomprimir la vena cava. También es muy recomendable hidratar mucho la piel y practicar natación hasta que el ginecólogo lo permita.

Además, está comprobado que estas mujeres sufren menos durante sus segundos y posteriores embarazos si el alumbramiento se produce fuera de los meses de verano.

¿Qué tratamiento precisa?

Por regla general, quien padece esta patología termina pasando por quirófano.

Una vez que las piernas están hincha das, ¿qué es lo que podemos hacer?

Desde mi punto de vista lo mejor es practicar natación durante una hora, tres días a la semana. A parte de ser el deporte más completo, es ideal para los problemas de retorno venoso por varios motivos. Primero, el agua en una piscina climatizada está a 28º, con lo que refrescamos la zona afectada.

Por otro lado, mientras nadamos el cuerpo está totalmente estirado, y por consiguiente, las venas también. Otro beneficio de este deporte es el masaje que da el agua, liberando tensión. Por último, de sobra es sabido que la densidad del agua nos permite flotar, por lo que al liberarnos de gravedad podemos realizar ejercicios sin mucho esfuerzo. Pero es preciso tener en cuenta que ir a la piscina no tiene que significar realizar 40 largos; es mucho más beneficioso chapotear, jugar con el agua. Así se consigue activar la circulación.