Cáncer de cuello uterino

¿Qué es el cáncer de cuello del útero?

El útero es un órgano que se encuentra formado por dos porciones: el cuerpo (parte superior) y el cuello. El cuello o cérvix, corresponde a la porción más baja del útero, comunicando el cuerpo uterino con la vagina. La parte interna del cuello, que se comunica con la cavidad del útero se denomina endocervix y la porción del cuello que se continúa con la vagina se llama exocervix. El lugar en donde se comunican el exo y el endocervix lleva por nombre la zona de transformación, lugar donde comienzan a crecer la mayoría de los cánceres.

Existen dos tipos principales de cánceres de cérvix: el carcinoma escamoso celular y el adenocarcinoma. Aproximadamente el 80 a 90% de los cánceres de cuello uterino correspondenal primer grupo y provienen de las células que recubren la superficie del exocervix. El restante 10 a 20% corresponden al segundo grupo y tienen su origen en las células de las glándulas productores de moco que se encuentran en el endocervix.

El cáncer de cuello uterino no aparece de forma súbita, sino que precisa de un tiempo de evolución en donde se suceden cambios celulares “precancerosos”, influenciados por múltiples factores, que conducen a un crecimiento celular descontrolado y al desarrollo del cáncer. Asimismo, sólo algunas mujeres con estos cambios celulares llegan a desarrollar cáncer.

La transformación del precáncer al cáncer generalmente tarda varios años, aunque puede suceder en pocos meses. En la mayoría de los casos, los cambios precancerosos pueden desaparecer sin la necesidad de tratamiento, en otros pocos casos pueden evolucionar al cáncer invasor.

Los cambios en las células escamosas que recubren el exocervix y que pueden corresponder a cáncer o bien a condiciones precancerosas se pueden dividir de la siguiente manera: Células escamosas atípicas. Término utilizado ante la presencia de células que son anormales, pero no pudiendo determinar si la causa es de origen infeccioso, irritativo o precanceroso.

Lesiones intraepiteliales escamosas de bajo grado (L-SIL) y alto grado (H-SIL). El H-SIL tiene una menor probabilidad de desaparecer sin tratamiento y es más probable que evolucione a un cáncer si no es tratado correctamente. El tratamiento puede curar al L-SIL y al H-SIL previniendo el desarrollo de cáncer de cuello.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Hay factores de riesgo modificables (fumar, infección por HPV) y no modificables (edad, antecedentes familiares).

Algunos de los factores que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino son:

  • Infección por el Virus de Papiloma Humano (HPV): El factor de riesgo más importante es la infección por HPV. Constituye un grupo de más de 100 tipos distintos de virus. Hay dos tipos de HPV, HPV 6 y HPV 11, que son de bajo riesgo y no se asocian con cáncer de cérvix. Ciertos tipos de HPV son denominados de alto riesgo, porque se asocian con mayor frecuencia al cáncer de cuello uterino. Estos son el HPV 16, HPV 18, HPV 33 y el HPV 45. Aproximadamente dos tercios de los cánceres de cérvix son producidos por el HPV 16 y 18.

El virus del HPV se transmite a través del contacto de piel con piel durante las relaciones sexuales por vía vaginal, anal e incluso oral. Muchas mujeres, en el transcurso de su vida sexual, alguna vez se infectan con HPV, pero muy pocas evoluciona al cáncer de cuello.

En la mayoría de los casos el sistema inmune logra combatir el virus y la infección desaparece sin necesidad de tratamiento. Por otro lado, la infección puede persistir durante años, sin necesariamente manifestar síntomas y ser transmitida a otra persona.No toda paciente con HPV desarrolla cáncer.

  • Tabaquismo: La mujer que fuma, tiene un riesgo dos veces mayor que la que no fuma de desarrollar un cáncer de cérvix. El fumar expone al organismo a sustancias nocivas que son absorbidas en los pulmones y luego distribuidas a través de todo organismo, produciendo un daño a nivel del ADN de las células del cuello uterino.
  • Inmunosupresión: El sistema inmunológico juega un rol importante en la erradicación del HPV del organismo. En situaciones en donde el sistema inmunológico se encuentra debilitado, tal como sucede en la infección por HIV, un cambio celular precanceroso puede evolucionar alcáncer con mayor rapidez.
  • Anticonceptivos Orales: Existe evidencia que demuestra que la utilización de anticonceptivos orales durante un largo período de tiempo, aumenta el riesgo de cáncer de cuello. Sin embargo el riesgo vuelve a disminuir una vez que se interrumpe la toma de los mismos. Es por eso que es importante discutir las diferentes posibilidades anticonceptivas.
  • Múltiples embarazos: Mujeres que han tenido muchos embarazos llevados a término, tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de cérvix. No existe una explicación concreta para ello. Una posibilidad es la mayor exposición al HPV mediante contacto sexual sin protección (preservativo). Otra explicación es la mayor suceptibilidad a la infección por HPV debido a los cambios hormonales

¿Qué es el Papanicolau?

El papanicolau, comúnmente denominado Pap, es un procedimiento por medio del cual, con ayuda de una espátula de madera y un cepillo, se obtienen células del cuello uterino y del endocervix y se observan bajo el microscopio en busca de cambios celulares precancerosos. El examen del cuello del útero se complementa con la realización de la colposcopia.

El colposcopio es un instrumento que cumple la función de lupa, magnificando el cuello del útero, permitiendo poner de manifiesto áreas que impresionen sospechosas clínicamente.

El papanicolau informa que hay una lesión, la colposcopía permite elegir donde realizar la biopsia en caso de ser necesaria.

¿Con qué frecuencia se realiza el papanicolau?

En Argentina, la Escuela de Patología del Tracto Genital Inferior (PTGI), recomienda realizar el papanicolau anualmente una vez iniciadas las relaciones sexuales.

¿Como se previene el cáncer de cuello uterino?

La prevención del cáncer de cérvix se logra, por un lado, actuando sobre los factores de riesgo que puedan modificarse, y por el otro, encontrando y tratando las lesiones en su estadio de “precancer”, antes de que evolucionen al cáncer.

Ciertas conductas sexuales como el inicio temprano de las relaciones sexuales, la promiscuidad, o hábitos como fumar, aumentan el riesgo de contraer cáncer de cuello.

La utilización correcta del preservativo puede disminuir el riesgo de contraer HPV hasta un 70%, debido a que no cubre completamente las áreas infectadas por HPV como ser la piel del área genital o anal, aunque sí previene contra otras infecciones de transmisión sexual.

Vacunas

Se desarrollaron dos vacunas, que fueron aprobadas recientemente por la FDA (Food and Drug Administration), disponibles actualmente en la Argentina, que protegen contra la infección por HPV tipos 16 y 18 con una efectividad de aproximadamente el 99 %, hasta un período de 6, 4 años, al momento. Es importante mencionar que la efectividad está evaluada en mujeres que no han iniciado aún relaciones sexuales. Son 3 dósis que se aplican en un lapso de 6 meses. Los efectos adversos reportados son leves, siendo el más frecuente el enrojecimiento y la inflamación en la zona de aplicación.

Una de estas vacunas, también previene la formación de los condilomas genitales asociados a los tipos 6 y 11.